¿Cómo se mide la intensidad de un sentimiento? Una de las primeras cosas que nos enseñan en la escuela es que los sentimientos no son algo tangible, que pueda verse o tocar, pero que sin embargo sentimos todos los seres humanos. Amor, odio, tristeza… La autoestima es el aprecio o la consideración que tenemos hacia nosotros mismos y solo puede estar formada de sentimientos que nos dedicamos. Podemos o no querer nuestro cuerpo, nuestra forma de ser, de trabajar, de comportarnos. ¿Cómo se mide? El test Rosenberg es capaz de responder a esta pregunta indicando cuál es el nivel de autoestima que tenemos, tanto niños como adultos.

 

¿Cómo medir la autoestima?

 

Medir el nivel de autoestima es importante para detectar a tiempo patologías como pueden ser una depresión u otros trastornos que nos afecten a nivel psíquico. Para conseguirlo el Doctor en Sociología, Morris Rosenberg, ideó en 1965 su famoso test de medición de la autoestima. Lo publicó en el libro “La sociedad y la autoestima del adolescente”. En un principio estaba dirigido a esta franja de edad, aunque en la actualidad se utiliza también en niños y adultos.

 

Se trata de una escala que consta de 10 afirmaciones sobre la valía personal y el grado de satisfacción que tenemos con nosotros mismos. Cada una de estas frases es puntuada por el propio paciente del 0 al 4 según sus sensaciones. El 0 significa estar en total desacuerdo con la afirmación y el 4 totalmente de acuerdo.

 

La escala de Rosenberg

 

  • 1. Siento que soy una persona digna de estima, al menos en igual medida que los demás.
  • 2. Siento que tengo cualidades positivas.
  • 3. En general, me inclino a pensar que soy un/a fracasado/a.
  • 4. Soy capaz de hacer las cosas tan bien como la mayoría de los demás.
  • 5. Siento que no tengo mucho de lo que enorgullecerme.
  • 6. Adopto una actitud positiva hacia mí mismo/a.
  • 7. En conjunto, me siento satisfecho/a conmigo mismo/a.
  • 8. Me gustaría tener más respeto por mí mismo/a.
  • 9. A veces me siento ciertamente inútil.
  • 10. A veces pienso que no sirvo para nada.

 

Una vez que el paciente ha valorado estas afirmaciones se suma la puntuación obtenida. Menos de 15 puntos indica una autoestima baja y entre esos 15 y los 25 estaríamos hablando de una autoestima normal.

 

Los diversos estudios que se han realizado de este test indican que las personas más extrovertidas suelen tener una autoestima más alta que aquellas que son más tímidas. Si quieres calcular cuál es tu nivel de autoestima de forma rápida, desde la web psicopedia.org han elaborado este test interactivo. De todas maneras, recomiendan consultar con un profesional para obtener unos resultados más fiables.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las matemáticas han sido tradicionalmente uno de los “huesos” a los que se han enfrentado los alumnos a largo de las décadas en tiempos modernos. Lo más probable es que sea una de las asignaturas más “odiadas”, pero ¿se trata de una mala fama adquirida o realmente a los niños no les gustan las matemáticas? Según el matemático John Mighton “el problema con las matemáticas no es de los niños, sino de cómo se enseña”.

 

Sin embargo, otro matemático, Diego Alonso Cánovas, dice que ese “odio” obedece a varios factores empezando por la dificultad de esta disciplina en comparación objetiva con otras como las ciencias sociales o la ortografía. Apunta que “desde el punto de vista psicológico, el cerebro necesita adoptar una actitud mucho más activa para comprender un razonamiento y un discurso argumentativo que uno narrativo”. A esto se suman razones biológicas, ya que la capacidad de niños y adolescentes para comprender operaciones abstractas no se desarrolla por completo hasta los 20 años de edad.

 

¿Cómo se despierta interés por una asignatura que de entrada será más difícil que el resto?

 

Aquí juega un papel crucial la motivación, como decía Mighton, la enseñanza de esta asignatura es deficiente y es importante cambiar los métodos de aprendizaje para que resulte interesante para los más pequeños. Cánovas también coincide en que la forma en la que se enseñan las matemáticas en nuestro país no es la más adecuada. Los peques no encuentran relación entre lo que se les está explicando con su aplicación en su vida real, en el exterior.

 

Cánovas propone varios métodos para conseguir despertar ese interés:

 

  • Potenciar el pensamiento divergente y la creatividad.
  • Enseñar a los niños a resolver problemas, pero también a plantearlos.
  • Mejorar la formación de los maestros para que puedan transmitir sus conocimientos de la forma más adecuada.
  • Transmitir un aprendizaje demostrativo y no memorístico: razonar y deducir.

 

Y los padres, ¿pueden aportar su granito de arena?

 

El papel de la familia también es muy importante para que el niñ@ demuestre interés por las matemáticas. Se trata de un “plus” para alcanzar el objetivo final y es que los alumnos tengan ganas de aprender matemáticas y de saber cómo se resuelven muchos de los problemas que existen hoy en día en un mundo dominado por la tecnología y las estadísticas. Os dejamos un listado de tips para despertar el interés matemático de los más pequeños:

 

  • Actitud positiva. Trasladar emoción a los más pequeños por aprender a resolver los problemas y demostrarles que, aunque se equivoquen deben seguir intentándolo hasta que lo consigan. Debemos convencerlos de que alcanzarán su objetivo y jamás decir delante de ellos que de pequeños “odiábamos” las matemáticas
  • Plantear los problemas como juegos. Una manera divertida y amena de ayudar a resolver los problemas de matemáticas es proponerles que son un juego, por el que pueden conseguir puntos.
  • Trasladar los problemas a la vida diaria. Intentar comparar los problemas matemáticos con casos reales y que les sean cercanos para que puedan implicarse y encontrarle sentido al hecho de tener que solucionar ese ejercicio. También es una buena idea pedirles que nos ayuden a pesar los alimentos, a calcular el precio de la compra en el supermercado o a calcular a qué hora llegaremos a nuestro destino cuando se viaje en coche o transporte público.
  • Enseñarles ajedrez. Se trata de un juego que es pura lógica y pensamiento analítico, perfecto para desarrollar las capacidades matemáticas de los más pequeños y enseñarles a concentrarse.

 

Heroes Comic Con

Nadie duda del papel que juegan los cuentos infantiles en el desarrollo y el aprendizaje de los más pequeños. A través de las historias y fábulas inventadas es posible aproximarse al mundo de los niños, más creativo y fantasioso que el de los adultos. Puede que no nos demos cuenta, pero las historias que les explicamos les ayudan a entender mejor el mundo y a adoptar modelos de conducta. Por eso es tan importante seleccionar con cuidado qué queremos contarles.

 

Los cuentos infantiles enseñan valores y la obligación de padres y maestros, y de la sociedad en general, es la de transmitirlos de la mejor manera posible. Se trata de un género literario que permite que los niños mantengan la atención y no se aburran, ya que suelen ser breves.

 

Asimismo, es un error considerar que los cuentos son simplemente una forma de entretenimiento, ya que el trasfondo de lo que se explica se quedará grabado en los niños, que funcionan por imitación. Por lo tanto, es importante utilizarlos para transmitir valores y formas de comportamiento, para mostrarles lo que está bien y lo que está mal y enseñarles a elegir.

 

Cinco cuentos infantiles que enseñan valores

 

En la actualidad existen multitud de cuentos infantiles, pero hemos seguido la selección que ha realizado ACNUR, la Agencia de la ONU para los refugiados. Unas historias que transmiten valores humanos positivos a los más peques de la casa y a las que se puede acceder de forma libre a través de internet.

 

  • Itzelina y los rayos de sol. Un cuento con el que los niños podrán reflexionar sobre la importancia de compartir.
  • Un agujerito en la luna. Una historia que transmite valores para que los niños aprendan a ayudar a otras personas cuando lo necesiten.
  • El árbol de la escuela. Con este cuento, los niños aprenderán a respetar y preservar el medio ambiente y el entorno que les rodea.
  • Una amistad de verano. Como su título indica, esta historia habla sobre los valores de la amistad.
  • De sonrisa en sonrisa. Intenta transmitir a los peques la alegría de vivir y la importancia de sonreír y de intentar ser feliz a pesar de las circunstancias.

 

Si prefieres el libro en papel o en formato ebook te recomendamos la selección que hace la web Etapa Infantil, encontrarás 10 cuentos maravillosos que transmiten valores de todo tipo y que podrás adquirir en preciosas ediciones en papel con ilustraciones que les encantarán a los niños.

 

Asimismo, si eres padre o madre y no tienes ni idea de cuál es la mejor forma de explicarles un cuento a vuestros hijos, desde Guía Infantil han preparado este vídeo explicativo para facilitaros el trabajo.

 

Las nuevas tecnologías han irrumpido con fuerza en nuestra sociedad, el futuro pasa por lo tecnológico en todos los sectores, en la ilustración también. Los profesionales coinciden en señalar que en los próximos años la ilustración experimentará grandes cambios, sobre todo en su formato. Es la ilustración del futuro.

 

Actualmente, las técnicas ilustrativas pasan por una mezcla entre lo analógico y lo digital. Se combina el dibujo sobre el papel con técnicas de acuarela y plumilla con otro tipo de texturas como la tiza. Y luego ese dibujo se traslada a una pantalla de ordenador, desde dónde los propios ilustradores editan la imagen con programas de software especializados.

 

¿La ilustración se creará en formato digital?

 

El futuro pasará seguramente por dibujar directamente sobre una pantalla de tablet, aunque algunos artistas reconocen que todavía falta mucho camino por recorrer, ya que los programas actuales no permiten la precisión y la calidad necesarias para que la ilustración sobre la pantalla quede igual de profesional que sobre el papel.

 

Una vez trasladada la ilustración a una pantalla, es el mejor instrumento que tienen los profesionales de este sector para darse a conocer. Ferias internacionales de la ilustración como las de Bolonia o Frankfurt, reconocidas internacionalmente, les permiten mostrar su portfolio de forma rápida a los responsables de las editoriales que allí se reúnen. Es sin duda, el formato del futuro que, unido a internet, ha permitido que en países como España, donde la ilustración era prácticamente invisible, vuelva a tomar fuerza y se le de relevancia.

 

El papel de internet en el mundo de la ilustración

 

La red de redes también ha permitido que un mayor número de ilustradores se den a conocer de forma rápida y a un gran número de personas. Aplicaciones como Instagram, que permite la publicación de imágenes y vídeo, ha logrado que el nombre de algunos ilustradores se de a conocer y sean seguidos por miles de personas en todo el mundo.

 

En concreto los timelapse, un paso a paso del proceso creativo de la ilustración a cámara rápida, se han puesto de moda y permiten ver de qué manera se gesta un proyecto ilustrativo y con qué materiales se lleva a cabo.

 

¿El fin de los libros de ilustraciones en papel?

 

Cada vez se venden menos libros en formato papel, es un hecho, algo con lo que también se ven afectados los ilustradores. Es habitual que el número de publicaciones en formato ebook crezcan, así que lo más probable es que en un futuro las ediciones de las ilustraciones sean electrónicas. Seguramente el papel se utilizará para ediciones especiales o de coleccionista.

Los problemas de espalda se convirtieron en un auténtico problema hace algunas décadas, cuando los alumnos, sobre todo de infantil, debían llevar a cuestas los libros de todas las asignaturas, ya que en la mayoría de colegios no permitían que el material escolar se quedara en clase, o bien necesitaban esos libros para hacer los deberes en casa. Con la llegada de las nuevas tecnologías esta problemática se ha reducido, ya que cada vez es más habitual el uso de tabletas. De todas maneras, el peso de este tipo de dispositivos electrónicos sumado a los libros y cuadernos que llevan los más pequeños, hace necesario seguir una serie de pautas para controlar el peso de la mochila.

 

Tips para controlar el peso de la mochila escolar

 

  • Organización. Puede parecer una tontería, pero con una buena organización se puede prescindir de peso innecesario en la mochila. Lo más aconsejable es elaborar una lista con el material imprescindible, así evitaremos llenarla de cosas que no se necesitan.
  • Peso. Es importante optar por materiales ligeros. Algo que debe empezar por la propia mochila, las hay que vacías, ya pesan bastante. Deberíamos escoger una muy ligera y amplia. De todas maneras, aquí existen diferentes opciones:

– Mochila de ruedas: Evita tener que cargar con el peso a la espalda.

– Mochila tradicional: Que tenga las correas ajustables, anchas, acolchadas y que sea ligera.

Después, evitar los estuches voluminosos y de materiales pesados como el metal o el plástico. Lo mejor es un estuche de tela. Lo mismo con los bolígrafos, cuadernos, clasificadores, etc. La mejor opción son los de tapa blanda.

Los expertos recomiendan que el peso de la mochila no debe superar el 15% del peso del propio niño. También es sumamente importante que se reparta ese peso de forma equitativa.

– Prohibido que los niños lleven la mochila por una sola correa, ya que estarán cargando todo el peso en un único lado.

– Es primordial que se distribuya el contenido de la mochila de forma equitativa. Si se carga, por ejemplo, el bolsillo del lado derecho y no el izquierdo, tendremos el mismo efecto que si el niño llevara la mochila sobre un único hombro.

  • Deporte. La práctica de algún deporte es algo primordial en cualquier circunstancia, pero todavía lo es más en este caso, ya que permitirá reforzar la espalda y sus músculos para que se puedan evitar lesiones y dolores lumbares en los más pequeños.
  • Tiempo. Es importante que padres y profesores controlen el tiempo que los niños cargan con la mochila, no debería ser superior a 15 minutos según los expertos.

La web www.guiainfantil.com ha creado un vídeo explicativo sobre la mejor manera en la que los niños deben colocarse la mochila, tanto si es de ruedas como tradicional, y algunos consejos básicos para evitar las lesiones en la espalda de los pequeños.

 

Si los adultos sufrimos la denominada depresión postvacacional, los niños deben enfrentarse a la “temida”, por algunos, “Vuelta al cole”. A casi nadie le gustan los cambios y precisamente son los más pequeños los que deben adaptarse más frecuentemente a ellos. La gran mayoría de los adultos regresamos a un trabajo que conocemos, y seguiremos desarrollando la misma actividad que antes del periodo vacacional. En el caso de los “peques”, cada nuevo curso es un comienzo, una etapa diferente a la que deben adaptarse. Profesor nuevo, aula nueva, lecciones nuevas… Te explicamos cómo ayudarlos para que la “Vuelta al cole” sea feliz y sin miedos.

 

Decíamos al principio que los niños deben enfrentarse a multitud de cambios a lo largo de toda su vida escolar, aunque también es cierto que tienen mayor facilidad para adaptarse que los adultos. Las primeras veces nunca son fáciles, pero como hemos dicho, los peques de la casa pueden con todo.

 

Adaptación en niños de 0 a 3 años

 

En el caso de los bebés hasta los 3 años que se quedan en la guardería el principal escollo es el apego con los padres. Se encuentran en una edad en la que no sólo están muy unidos, si no que son muy dependientes: vestirse, comer, peinarse, etc. Por eso la separación puede ser más dura y traumática, aunque a esas edades se “olvida” rápido y es habitual que lloren durante la separación y la primera media hora, pero después se adapten perfectamente a las actividades que se realizan en la clase. Este “trauma” de la separación puede durar la primera semana de “vuelta al cole” y después suele desaparecer sin ningún problema.

 

La mayoría había olvidado la rutina previa a las vacaciones y para otros es su primera separación, en cualquier caso, la adaptación es un éxito si los padres les aportan confianza, si incluso los primeros días se quedan un rato en la clase y comparten juegos con ellos y sus compañeros. Muchas guarderías lo tienen contemplado, incluso lo de comenzar con un horario flexible e ir incrementándolo. Primero una hora, luego dos, tres, toda la mañana…

 

El truco es que los padres sean comprensivos, entiendan la rabieta y se rodeen de buenos profesionales de la puericultura que llenen de amor y confianza a los pequeños.

 

Adaptación en primaria

 

En esta etapa los niños suelen regresar con muchas ganas al colegio. Quieren reencontrarse con sus compañeros, conocer a sus nuevos tutores y profesores y saber qué nuevas materias aprenderán. Es la etapa en la que la adaptación suele ser más fácil. Ya que todavía no existe una presión por unos buenos resultados ni tampoco los deberes y el estudio inundan sus horas de ocio. Aquí lo más complicado es recuperar los horarios pautados de comidas y sueño. Para ello, tal y cómo recomendábamos en nuestro anterior artículo sobre rutinas del sueño, lo mejor es que una semana antes de que comiencen las clases se adapten poco a poco al horario y antes de irse a dormir, se evite el uso de aparatos electrónicos, como tablets, y se apueste por actividades relajantes como escuchar música, baños calientes, etc.

 

Adaptación en secundaria

 

Se trata de una etapa en la que regresan los miedos a la “vuelta al cole”, cambios de ciclo, el paso del colegio al instituto, la preocupación por los resultados académicos y el hecho de que deben empezar a pensar en los estudios que escogerán en su futuro más inmediato, provocan mucha intranquilidad. Los profesionales dicen que lo mejor es que los padres no se muestren preocupados delante de ellos, y compartan ciertas actividades como ir a comprar el nuevo material escolar, repasen los planes de estudio para ese curso y les aporten confianza.