Historia de la grafología  

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Historia grafología

La grafología se ocupa del análisis y de la interpretación de la escritura. Hemos hablado de ella en multitud de ocasiones en este blog para conocer qué hay detrás de nuestra forma de escribir (si apretamos mucho, el color que elegimos, la inclinación de la letra…). Pero hoy nos vamos a centrar en su historia, cómo surgió, dónde y por qué se tiende al análisis de la escritura entre otras cosas.

 

¿Cuándo nació la grafología?

 

Se estima que el primer texto o estudio sobre grafología data del año 1622 y su autor fue Camilo Baldo, profesor de filosofía de la Universidad de Bolonia. Su obra “Tratado de cómo, de una carta, se conoce la naturaleza y la cualidad del escritor” se considera como la primera mención a la grafología y de cómo el análisis de la letra puede rebelar la personalidad del que escribe.

 

Más adelante otros autores italianos continuaron escribiendo acerca de la relación entre escritura y personalidad, también el filósofo alemán Leibniz y ya en el siglo XVIII se definieron alguno de los principios de la grafología. Pero no fue hasta el siglo XIX cuando el belga Eduardo Hocquart profundizó en esa relación entre escritura y personalidad.

 

Las primeras escuelas grafológicas

 

Alrededor de 1830 se fundó la primera escuela de grafología en Francia. Max Pulver creó la denominada Grafología Simbólica y fundó la Sociedad Grafológica de Neuchatel. También escribió algunas obras como “El simbolismo de la escritura” y “El impulso criminal en la escritura”. De todas maneras, 1871 es una fecha clave para la historia de la grafología, ya que el abad Jean-Hippolyte Michon fundó la Sociedad de Grafología de París, publicó “Los misterios de la escritura” y denominó cómo tal a este estudio de la relación de la escritura y la personalidad utilizando los vocablos graphe que significa escritura y logos que es tratado.

 

De todas maneras, a día de hoy no se han publicado estudios científicos que demuestren que esa relación es real. No se ha podido probar la grafología y por eso se la considera una pseudociencia.

 

La grafología no debe confundirse con la caligrafía forense, una disciplina que se utiliza en criminalística con el propósito de comprar escritos que puedan determinar, por ejemplo, si un documento fue firmado por la persona que se supone que lo hizo. Se suele utilizar en testamentos y notas de suicidio. En estos casos, se analiza la tinta, el papel y el tipo de máquina de escribir.

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