Paula Bonet es una de las ilustradoras españolas contemporáneas más conocidas y reconocidas. Con miles de seguidores fieles en Redes Sociales y el éxito editorial de su lado y que avala su obra. Bonet ha ido creciendo a lo largo de su corta pero intensa trayectoria hacia una línea de realidad feminista y autodescubrimiento. La ilustradora dibuja bofetadas de realidad y en su obra se refleja su evolución artística y personal, analizamos su figura y cómo se ha convertido en lo que tanto demanda: Un referente femenino para niños y niñas.

Inicios delicados al óleo, grabados e ilustraciones

Su primer libro publicado, “Qué hacer cuando en la pantalla aparece The End” del año 2014, pretendía ser el cierre de una etapa de juventud en la que hizo lo que se esperaba de ella como mujer, una denuncia que se perdió entre las ilustraciones delicadas de mujeres con colorete.

A partir de entonces y tras la bofetada inicial que supuso darse cuenta que no se la estaban tomando en cuenta su obra ha ido evolucionando y cosechando otros éxitos editoriales como “La sed” que incluye a grandes creadoras como Sylvia Plath hasta llegar a su doble obra “Roedores” y “Cuerpo de embarazada sin embrión”.

La pérdida gestacional y el tabú que la rodea

“Roedores” y “Cuerpo de embarazada sin embrión” comenzó como una serie de diarios cuando Bonet se quedó embarazada por primera vez. Sufrió un aborto espontáneo y luego otro más con un segundo embarazo en apenas un año. Una experiencia que ella misma ha contado y que le ha servido de narrativa para estas obras que incluyen las ilustraciones que la autora dibujaba mientras esperaba la llegada de su hija.

Bonet ha explicado en varias entrevistas que “lo que no se nombra no existe” y reivindica que se hable con normalidad de una tragedia por la que pasan muchas mujeres.