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La vuelta al cole del curso escolar 2017-2018 está a la vuelta de la esquina. Es hora de empezar a forrar los libros y preparar la mochila para volver a las aulas con ilusiones y ganas renovadas. ¿Pero qué material escolar para la vuelta al cole necesita tú hijo?

Es habitual que los colegios proporcionen a los padres una lista con el material escolar que sus hijos van a necesitar durante todo el curso. En ésta vienen apunados desde los libros de texto de las diferentes materias, las libretas, los libros de lectura obligatorios, los bolígrafos, etc. En algunas ocasiones incluso nos indica qué ropa deportiva tendrán que usar los pequeños o qué instrumento tendrán que llevar a clase de música.

Pero, en caso de no tenerla, a continuación te dejamos una lista del material escolar para la vueta al cole que tus hijos van a necesitar en función de su edad.

Material escolar para la vuelta al cole en función de la edad

Material para prescolar. De los 0 a los 6 años

Esta etapa suele estar muy centrada en el aprendizaje a través de las manualidades y los libros de texto tienen menos peso que en otras. El material escolar que, normalmente, los niños deben incluir en sus mochilas es:

  • Pinturas
  • Rotuladores
  • Tijeras
  • Plastilina
  • Pegamento
  • Bata

Material para Primaria. De los 7 a los 12 años

Habitualmente, en este período escolar los niños y niñas suelen tener un libro para cada asignatura y un cuaderno para realizar los ejercicios. Los materiales para realizar manualidades se siguen utilizando en las clases. La lista en etapa es bastante larga:

  • Libros de texto por cada asignatura (Hay colegios que están sustituyéndolos los libros físicos por libros digitales).
  • Cuadernos para realizar los ejercicios
  • Libros de lectura obligatorios
  • Materiales para manualidades (pegamento, tijeras, pinturas, etc.)
  • Calculadora
  • Regla, escuadra, cartabón, trasportador de ángulos y compás
  • Blocs de dibujo
  • Bolígrafos, subrayadores, correctores, etc.
  • Diccionarios

Material para la ESO y Bachillerato. De los 12 hasta los 18 años

En estas últimas etapas los chavales siguen teniendo como material principal los libros de texto de cada curso y siguen usando los cuadernos para realizar ejercicios y tomar apuntes de las clases. Pero en esta etapa la enseñanza es más especializada y también necesitan otros materiales de apoyo para las clases de matemáticas, arte, geografía, informática o lenguas. La lista de sus necesidades sería aproximadamente ésta:

  • Libros de texto por cada materia (En esta etapa hay colegios e institutos que optan por los libros digitales)
  • Cuadernos de apuntes y ejercicios
  • Diccionarios
  • Libros de lectura obligatorios
  • Calculadora
  • Regla, escuadra, cartabón, transportador de ángulos
  • Blocs de dibujo, colores, carboncillos, etc. para clase de dibujo y de arte
  • Bolígrafos, subrayadores, correctores, etc.

Tanto los más mayores como los más pequeños estamos esperando que lleguen las vacaciones de verano para poder descansar y disfrutar. Planeamos viajes, vamos a la playa, dejamos de madrugar, etc. Pero, ¿deben hacer los niños y niñas deberes en verano? ¿Es bueno que desconecten completamente del colegio como pretendemos hacer los adultos con el trabajo?

Defensores y detractores de los deberes en verano

Los deberes en verano son un tema que genera una gran controversia. A pesar de que todos los expertos coinciden en que depende del niño y del curso escolar que haya realizado. Es decir, no es lo mismo un niño o niña que ha tenido buenos resultados académicos que uno que ha suspendido muchas.

No obstante, vamos a ver, a grandes rasgos, qué es lo que argumentan tanto los defensores como los detractores de una parte como de la otra.

Defensores de los deberes en verano

Entre los defensores de realizar tareas escolares durante los meses de vacaciones, entre los que podemos encontrar, por ejemplo, la CONCAPA (Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos), se esgrimen argumentos como que los deberes en verano son necesarios porque se deben reforzar las materias curriculares para que se fijen y amplíen los conocimientos adquiridos durante el curso. En la misma línea, afirman que realizar deberes en verano también es muy importante para conservar el hábito de estudio y la disciplina.

No obstante, los partidarios de realizar deberes durante el verano no abogan por unas vacaciones absolutamente centradas en los deberes. En casos en los que no existen dificultades de aprendizaje ni ninguna anomalía, recomiendan, desde la CONCAPA, un cuarto de hora diario para los alumnos de infantil y una hora para los de primaria.

Detractores de los deberes en verano

Los no defensores de cargar a los niños y niñas con deberes en verano argumentan que en caso de haber superado todas las asignaturas, merecen disfrutar de las vacaciones, muy especialmente de los días en los que toda la familia puede estar junta, de la misma manera que lo hacen los adultos.

Según este grupo, en el que podemos incluir la CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado), los alumnos ya tienen, en muchas ocasiones, muchos deberes durante el año escolar –y así lo ratifica la OMS- y en verano necesitan descansar del estrés, agobio y cansancio del año.

No obstante, también tiene en cuenta que las vacaciones son muy largas y sí que aconsejan, además de pasar todo el tiempo posible con la familia, motivarles a leer libros que les gusten, dibujar con ellos y, en definitiva, crear vínculos a la vez que aprenden lúdicamente.

Los niños, a través del dibujo, e incluso de los garabatos, expresan muchos rasgos que forman parte de su personalidad como sus miedos y emociones. En este artículo vamos a dar algunas claves para interpretar los dibujos de los niños.

No obstante, queremos dejar claro que son claves meramente orientativas surgidas del consenso de los especialistas en la materia pero en ningún caso pretenden ni pueden sustituir a un especialista, que es a quien se debe consultar en caso de tener alguna duda sobre el comportamiento de los más pequeños.

Claves para interpretar los dibujos de los niños

El trazo

Como hemos visto en otros artículos, la presión que ejercemos cuando dibujamos y escribimos puede decir mucho sobre nosotros.

Un trazo continúo y firme puede indicar que nos encontramos ante un niño seguro que sí mismo. Un trazo excesivamente fuerte puede denotar agresividad. Un trazo tembloroso e incierto nos puede estar indicando que estamos ante un niño inseguro que necesita la aprobación de los demás, muy especialmente de los adultos.

La ubicación del dibujo

La ubicación del dibujo también es significativa a la hora de interpretar los dibujos de los niños. Hay diversas teorías, pero, en general, se conviene que lo que se dibuja en la parte inferior del papel está relacionado con las necesidades materiales y físicas. En la parte superior, todo lo relacionado con la mente, la creatividad y la curiosidad.

En la parte izquierda, pensamientos del pasado y en la derecha, del futuro. Si el dibujo está en el centro de la superficie se considera que representa el momento actual.

Los colores utilizados

Los colores tienen un significado:

  • Azul: se asocia a la tranquilidad y la paz.
  • Negro: es la representación del inconsciente.
  • Rojo: es un color que tiene implícita la actividad.
  • Verde: va ligado a la sensibilidad, la intuición y la madurez.
  • Amarillo: a este color van ligados la felicidad y la alegría de vivir.
  • Naranja: suele representar a la impaciencia y la necesidad de contacto social.

Los especialistas también indican que, en general, los niños y niñas que usan muchos colores están trasmitiendo sus ganas de vivir y también motivación y curiosidad. Mientras que, por el contrario, un dibujo con pocos colores puede indicar falta de éstas y pereza.

Para nosotros escribir es coger un bolígrafo y deslizarlo por un papel uniendo trazos que tiene un significado para nosotros y para el que los lee. Pero para los niños es un proceso que conlleva una serie de fases que debemos tener en cuenta para saber cómo ayudar a los niños a aprender a escribir.

Los niños, normalmente, empiezan a escribir en la última fase de la educación infantil. Es decir, aproximadamente sobre los 5 años de edad. Previo a la primera fase de la escritura, que a continuación abordaremos, es importante que los niños dispongan ya de ciertas habilidades psicomotrices para que no tengan problemas. El simple hecho de haber jugado a moldear plastilina, pasado por aros o túneles, jugado con puzles, etc. ya dota a los más pequeños de una base esencial.

Cómo ayudar a los niños a aprender a escribir

Como ya hemos apuntado con anterioridad, el aprendizaje de la escritura se lleva a cabo, según los expertos, en tres fases distintas.

Fase de copia

En esta primera fase, que como hemos indicado, se inicia sobre los 5 años, los niños y niñas deben adquirir capacidades motrices manuales a través de la copia.

En esta copia se empieza por trazos sencillos y, poco a poco, se van introduciendo trazos más complejos hasta llegar a las letras, números, sílabas y palabras.

Fase de dictado

A partir de, aproximadamente, los 6 años, el niño se introduce en esta nueva fase. Aquí es importante destacar que entra en juego la audición. En esta etapa el niño tiene que ser capaz de discriminar lo que oye y traducirlo en letras sobre el papel.

En esta etapa, es imprescindible, además de tener buena audición, que el niño cuente con memoria auditiva para recordar lo que le han dicho y plasmarlo en el papel y memoria visual para poner en conexión lo que se ha oído con la letra que se tiene que escribir. La psicomotricidad fina también cobra fuerza.

Los expertos recomiendan que esta etapa vaya acompañada de la lectura comprensiva porque, sin duda, ésta les ayudará a mejorar aspectos como la memoria visual.

Fase libre

Esta última fase, conocida como libre o espontánea, se caracteriza porque no hay soporte visual ni auditivo. El niño o niña escribe lo que imagina.

Esta fase se inicia a principio de la educación primaria y se va desarrollando cada vez más hasta llegar a hacer trabajos, redacciones y escritos elaborados.

En el ecuador de la educación primaria, cuando los niños tienen entre 8 y 9 años, es cuando los especialistas consideran que es el momento para aprender a escribir con bolígrafo. Este cambio, que normalmente es tomado con ilusión y curiosidad por los más pequeños tiene que ser supervisado por un adulto para que no se produzca frustración y se sienten correctamente las bases de este importante aprendizaje.

Además, este no es el único cambio que se produce en tercero o cuarto de primaria. Este también es el momento en el que los niños y niñas sustituyen las fichas por libretas u hojas de dobla pauta. Esto, junto con la incorporación del bolígrafo les hace sentir mayores y les gusta. Pero, es un proceso que implica unos cambios que cambios que debemos tener en cuenta. Por una parte, empiezan a escribir con un material que, en principio no se borra; tiene distintos colores y, si no se usa correctamente, mancha tanto la hoja como las manos.

Consejos para ayudar a los niños a aprender a escribir con bolígrafo

Introducción progresiva del bolígrafo

No se trata de abandonar el lápiz definitivamente y escribir sólo con bolígrafo. Es un proceso que debe hacerse poco a poco para que el niño o niña se vaya acostumbrando.

Además, también es recomendable que en casa ensayen el uso del bolígrafo ya que de esta manera les costará menos hacerlo en el colegio. Para lograrlo los podemos animar a dibujar con bolígrafo en lugar de con lápiz o animarlos a escribir su nombre en sus libretas y objetos que lo permitan.

Otra manera de incentivar el uso del bolígrafo es animarlos a ayudarnos con tareas cotidianas como, por ejemplo, escribir la lista de la compra o jugar a dejarse notas.

Enseñarles a coger el bolígrafo de forma correcta

Del mismo modo que cuando aprenden a escribir con lápiz, es necesario enseñarles a coger correctamente este nuevo instrumento de escritura. El hecho de que cojan el bolígrafo correctamente les ayudará a que su caligrafía sea más legible.

Evitar la frustración

El hecho de no poder borrar es un cambio importante en el proceso de aprendizaje de los más pequeños. Nuestro papel, ante esto, es hacerles saber que, a pesar de no poder borrar, sí que hay cabida para el error. El uso de bolígrafos borrables, correctores o, simplemente, tachar los errores, pueden ser de gran ayuda en esta etapa.

La creatividad en los niños es como un músculo que se debe ejercitar para que vaya creciendo. Para fomentarla hay gran cantidad de actividades y ejercicios que se pueden realizar tanto en casa como en el colegio. Es importante fomentar la creatividad en los niños porque se considera que ésta contribuye positivamente en su vida adulta.

Fomentar la creatividad en los niños contribuye a crear futuros adultos autónomos, con capacidad de pensar por ellos mismos y aplicar la imaginación a diversas áreas vitales.

Consejos para fomentar la creatividad en los niños

Hay muchas maneras de desarrollar la creatividad en los más pequeños, aquí haremos hincapié en algunas de las que se consideran las más básicas y no demandan, en ningún caso, grandes infraestructuras ni conocimientos.

Dejares tiempo y espacio para que jueguen

Este consejo parece muy obvio pero, a menudo, sobrecargamos a los niños de actividades. Al salir de la escuela practican deporte, van a clase de inglés, a música, a danza, etc. y pocas veces les acostumbra a quedar tiempo para algo tan importante como jugar. En este sentido, es importante que reservemos un tiempo para que puedan jugar.

De la misma manera, debemos dejarles libertad para que creen e inventen sus propios juegos. Los adultos, en muchos ocasiones, por diferentes condicionantes y circunstancias vitales tenemos mucha tendencia a la negación y es importante que dejamos, dentro de unos límites, claro está, espacio a la libertad de creación de los niños.

Tener en cuenta sus ideas

Es esencial que cuando un niño cante, baile, nos muestre un dibujo o cualquier otra actividad fruto de su creatividad no nos riamos. A pesar de que nos pueda parecer graciosa, hacerlo podría ser tomado por el niño o niña como una burla y se podría desmotivar y frustrar. Es, por tanto, básico darle valor a sus actividades creativas.

Asimismo, también debemos educarles para que ellos tampoco se rían de lo que hacen sus compañeros o amigos ya que en el ámbito de la imaginación y la creatividad no hay cosas que estén bien y cosas que estén mal.

Además también tenemos que dejar que los niños cometan errores porque éstos son parte del aprendizaje.

Pensamiento crítico

Desarrollar el pensamiento crítico es esencial. Podemos ayudar a los niños y niñas a conseguirlo animándoles a qué se planteen cosas y, cuando lo hagan, ayudarlos a encontrar una respuesta pero priorizando que sean ellos los que encuentren la respuesta.

Para ello es recomendable proporcionarles nuevas experiencias como excursiones o viajes. Lo desconocido, normalmente, les conlleva nuevas preguntas y dudas y, por tanto, aprendizaje.

Dibujar

El dibujo y la pintura, como ya hemos visto en artículos anteriores, es una actividad muy apropiada para fomentar la creatividad en los niños.

Es importante que el niño dibuje en un papel en blanco, sin muestra para copiar, aquello que le venga a la mente y desee. De esta manera el niño también se estará comunicando con nosotros.

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Varios estudios han demostrado que los beneficios de dibujar para los niños son muchos. Aumento de la autoestima, mejora de la psicomotricidad y mayor valoración del arte son sólo algunos de ellos. ¿A qué esperas para sentarte con los pequeños de tu alrededor a dibujar?

Beneficios de dibujar para los niños

1. Fomenta la comunicación con los adultos

Para los más pequeños el dibujo y la pintura son un manera de expresarse con la que se desenvuelven mejor que con el lenguaje verbal. De hecho los expertos recomiendan poner mucha atención en los dibujos que crean.

2. Aumenta la autoestima

A medida que los niños van aprendiendo a dibujar y a pintar se van sintiendo mejor consigo mismos. En este sentido, debemos tener en cuenta que, además, en el dibujo no hay unas reglas que indiquen tajantemente que es lo correcto y lo incorrecto y, por tanto, pueden llevar al niño o niña a la frustración.

3. Contribuye a la relajación

Dibujar relaja tanto a los más pequeños como a los más mayores. Esto es así porque permite la evasión y la expresión de determinados sentimientos.

En esta línea, tal como hemos apuntado en un apartado anterior, los niños, muy especialmente los más pequeños que todavía no controlar el lenguaje verbal, pueden, mediante el dibujo, utilizando colores y formas, expresar sus sentimientos y comunicarse.

4. Mejora la psicomotricidad

El hecho de coger un bolígrafo, un rotulador, un lápiz o un pincel ayuda a los niños y niñas a entrena y regular los movimientos de la muñeca y la mano. Y esto tendrá, posteriormente, incidencia muy positiva en tareas como, por ejemplo, la escritura.

5. Diversión

Divertirse es esencial tanto para pequeños como para adultos. El dibujo, en tanto que pertenece al ámbito de la creatividad, permite crear mundos nuevos en los que todos es posible: árboles rosas, melocotones cuadrados, casas voladoras, etc.

6. Puede servir como terapia

Por muchos de los motivos expuestos en puntos anteriores, como la contribución a la mejora de la capacidad comunicativa, la creatividad, etc., puede servir como terapia porque el descanso mental que genera disminuye el estrés e induce a la relajación y la felicidad.

Es en este sentido que muchos especialistas consideran que dibujar es altamente recomendable para niños con trastornos que conllevan dificultad de comunicación, muy nerviosos o con problemas de agresividad.

Vemos por tanto, que el dibujo tiene múltiples beneficios para los más pequeños, y también para los adultos. ¿A qué esperas para sentarte con los pequeños de tu alrededor a dibujar?