Smartphones, portátiles, tablets… Nos llevamos nuestros aparatos electrónicos a todos lados, van siempre con nosotros, y claro, los utilizamos para acceder a internet con el consecuente gasto de megas. Los planes de datos incluyen cada vez más velocidad y más consumo a lo largo del mes, pero también las aplicaciones consumen cada vez más nuestros megas. Queremos fotografiarlo todos en los viajes y colgarlo en las redes sociales. Hablamos contantemente por WhatsApp con nuestros amigos, consultamos Google Maps para llegar al lugar en el que hemos quedado y leemos las noticias por internet. Te contamos qué es lo que consume más megas.
El negocio de los datos en la era digital
Las tarifas de datos ilimitadas existen, otra cosa es que te la puedas permitir. Sí que es cierto que poco a poco las compañías de telecomunicaciones ajustan sus precios y el acceso se abre a la mayoría, pero todavía se trata de un pequeño club selecto los que disfrutan de internet sin límites.
Los datos extra cuestan dinero y estamos tan acostumbrados al uso de internet en cualquier parte que se hace muy difícil resistir la tentación cuando se ha sobrepasado el límite. Solo queda una opción, la del sentido común que pasa por planificar el uso de tus datos.
Las aplicaciones que consumen más datos
Las apps que están bien desarrolladas ajustan el uso de los datos cuando tu Smartphone está fuera de una conexión wi-fi pero no todas están bien diseñadas y provocan un uso en exceso de datos móviles. Nuestras recomendaciones:
- Localiza en tu teléfono o aparato electrónico (normalmente se encuentra en ajustes) la opción de Datos Móviles. Allí podrás comprobar lo que llevas gastado hasta el momento y un listado de mayor a menor consumo.
- Repasa la lista de aplicaciones para saber aquellas que más consumen y dosificar su uso.
- No dejes aplicaciones abiertas, esto consumirá datos en segundo plano sin que lo sepas. No basta con salir de la app, tienes que darle a cerrar.
Las aplicaciones que más consumen son Whatsapp, Instagram y Facebook. ¿Por qué? La primera porque gestiona el envío y recibo de archivos multimedia constantemente (imágenes, audios, canciones, documentos…). En el caso de redes sociales como Facebook y sobre todo Instagram porque al abrirse deben cargar una gran multitud de imágenes y otros archivos multimedia. Lo mismo ocurre con las páginas web de diarios digitales.