Un viaje con niños puede llegar a ser desesperante. La responsabilidad se multiplica y el descanso se volatiliza, de los niños hay que estar pendientes las 24 horas del día, pero si existe un momento en el reclaman atención constante es durante los trayectos de avión. Los “peques” se aburren y piden que les hagamos caso. Te contamos cómo entretener a los niños en los trayectos de avión.
Plan de Vuelo: Imprescindible
Como si fuéramos parte de la tripulación es imprescindible trazar un plan de vuelo cuando se viaja con niños, y con plan nos referimos a eso, a la planificación de cómo pasaremos el tiempo que dure el viaje.
- El primer paso es comprobar la duración del vuelo. Así podremos identificar cuantas horas deberemos entretener a los “peques”.
- Dividir el tiempo de vuelo en bloques o etapas. Esto nos ayudará a distribuir mejor el tiempo que estaremos “encerrados” en el avión. Los expertos recomiendan hacerlo en etapas de 15 minutos cada una, durante la que se realizará una actividad previamente planificada. Por ejemplo, en un vuelo de 2 horas tendríamos que preparar 8 actividades distintas. Aunque son muchos que dejan “en blanco” los primeros 15 minutos y los últimos 15, y así aprovechan para que el “peque” se entretenga mirando por la ventanilla para ver cómo despega o aterriza el avión.
- Las actividades deben ser entretenidas y con posibilidad de practicarlas en la cabina de un avión teniendo en cuenta que debemos respetar el descanso del resto de pasajeros. Podemos llevar: Cuentos infantiles, cuadernos para colorear o cartas.
- DVD portátil. Se trata de un aparato electrónico muy recomendable, ya que así podremos entretenerlos con películas de dibujos animados durante gran parte del vuelo.
- Juegos para apps. El teléfono móvil se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo, vamos con él a todas partes, ahora también nos sirve como consola móvil en los viajes en avión.
- En algún momento del vuelo, los “peques” se cansarán y querrán echar una cabezadita. Siempre es mejor que se duerman, aunque luego tengan que adaptarse a los cambios horarios.
- Snacks saludables. El aburrimiento nos da hambre, les pasa a adultos y pequeños, pero en el caso de los niños debemos apostar por snacks saludables que traigamos de casa, ya que los productos industriales que nos pueden vender en un avión tienen una carga importante de grasas saturadas y azúcares que pueden intranquilizar aún más a los “peques”.