Los últimos coletazos del verano ya empiezan a notarse. Aunque oficialmente no llegaremos al cambio de estación hasta el próximo día 21 de septiembre (por lo tanto, nos queda todavía casi un mes para disfrutar de la época estival), podemos observar que los días se acortan, ya no hace tanto calor, las ciudades empiezan a llenarse de nuevo tras las vacaciones y la operación “vuelta al cole” ya ha comenzado. Analicemos cómo retomar la rutina del sueño antes de la vuelta al cole.
Si los adultos caemos en la llamada depresión post-vacacional y nos cuesta adaptarnos de nuevo al ritmo diario y a los horarios, para los niños es aún más difícil. Aunque teniendo en cuenta que los más pequeños siempre lo tienen más fácil para adaptarse a los cambios, es posible que ese regreso a la rutina sea más intenso, pero más fácil de superar para ellos.
¿Por qué es necesario retomar la rutina del sueño?
La gran mayoría de los niños han cambiado sus horarios de sueño, ya sea porque las escuelas de verano comienzan más tarde, tienen una hora de almuerzo diferente o han tenido que adaptarse a los viajes que han hecho acompañados de su familia. Si, además, esos viajes han sido al extranjero, se suma el cambio horario. Por eso, es importante que días antes de empezar las clases, los más pequeños vuelvan a su rutina de cena y hora de irse a dormir, poco a poco. Para evitar vigilias y noches de insomnio.
¿Cómo retomar la rutina del sueño?
- El horario. Seguramente muchos se han estado yendo a dormir más tarde y se han levantado también más tarde, así que no tendrán sueño a la hora habitual de irse a dormir. Lo mejor es adelantar la hora de levantarse en tramos de 15 minutos y hacer lo mismo con la de irse a dormir.
- Actividades relajantes antes de ir a dormir. Para facilitar que los más pequeños de la casa consigan dormirse de forma rápida y saludable, puedes darles un baño de agua caliente, ponerles música suave y relajante, o contarles un cuento.
- Evitar las pantallas y el uso de nuevas tecnologías. Los niños no deben utilizar televisores, teléfonos móviles, tabletas o cualquier otro dispositivo electrónico durante la hora previa a irse a dormir. La luz blanca que proyectan les dificultará conciliar el sueño.
- Cenar entre 1 hora y 2 horas antes de irse a la cama. Es importante que los más pequeños se vayan a dormir con la digestión hecha para que puedan dormirse con facilidad. Si ingieren alimentos justo antes de irse a la cama se pondrá en marcha su sistema digestivo y activará su cuerpo y su cerebro.
- Evitar el azúcar. Las chucherías, helados, chocolate y dulces en general proporcionan energía y calorías vacías, ya que no tienen nutrientes. Esto hará que tus hijos estén despiertos más rato, no puedan dormirse y además no estarán quemando esas calorías.
- El entorno. Es importante que la habitación de los más pequeños está aislada de ruidos externos que puedan dificultar su descanso.
Los expertos infantiles recomiendan que los niños se vayan a dormir entre las 19h y las 20h de la tarde dependiendo de su edad. Estos consejos se pueden empezar a aplicar desde principios del mes de septiembre y como mínimo, una semana antes de que comience el horario lectivo.