Cuando la curiosidad por descubrir y el aprendizaje se unen, sucede el hecho que los niños no paran de preguntarse acerca del porqué de su entorno. Ellos mismos se proponen alcanzar nuevas metas y comenzar aventuras emocionantes. Para estimular el aprendizaje de los niños no sólo hay que tener en cuenta los estímulos que encuentren en el hogar, sino que la escuela y el día a día, hará que aprendan a desarrollar sus propias habilidades.
Maneras de estimular el aprendizaje de los niños
La motivación se puede trabajar desde muchos y muy distintos los campos. Un ejemplo de ello sería, la música, los idiomas, el cálculo mental, la lectura, la psicomotricidad, entre otros. ¿Cómo podemos empezar para estimular el aprendizaje en los niños?
- Para desarrollar la creatividad se puede echar mano de actividades manuales. Puedes usar la pintura o las manualidades con materiales como la plastilina o la arcilla. Incluso la cocina puede utilizarse para desarrollar situaciones de estimulación en el niño.
- Con las manualidades, los niños pueden aprender a trabajar la psicomotricidad fina, es decir, la precisión y el buen acabado. Utilizar tijeras, rotuladores o pinceles les ayudará a afinar los detalles. El objetivo es conseguir que los niños mejoren el manejo de todos los elementos que tienen alrededor. Por este motivo, realmente importa delimitar qué zonas deben pintar o qué líneas deben cortar.
- En el aprendizaje de idiomas, se utilizan dos técnicas. El uso de canciones infantiles o la colocación de post-it por la casa con vocabulario doméstico para que los niños lo puedan aprender.
La parte más importante de este aprendizaje
Queda claro que la parte más importante de este tipo de aprendizaje con los niños recae en el hecho de compartir todas estas experiencias con ellos. Es tan importante desarrollar su inteligencia emocional y sus competencias sociales como enseñarles nuevos lenguajes y disciplinas.
Una buena base educacional desde pequeños, permitirá que en su futuro profesional y social sepan desarrollarse y puedan compartir su sabiduría. Utilizar los juegos como herramienta de aprendizaje ayudará a los niños a adquirir estas destrezas y que perdurarán en el tiempo. Si, además, estos juegos no incluyen competitividad y favorecen un desarrollo positivo, ayudará a desbloquear los retos y las dificultades de cada día, progresando y aprendiendo de todas estas experiencias.
Lo importante de los educadores, tanto padres, tutores como profesionales, es acompañarles en el trayecto del aprendizaje. Así podrán desarrollar sus competencias sociales, compartiendo con ellos todo tipo de enseñanzas diarias y buenos hábitos. De manera significativa se irá cultivando en el niño el arte de aprender.