¿Eres de los que necesitan morder el bolígrafo constantemente? Los psicólogos coinciden en que puede haber muchos motivos que lleven a las personas a morderse las uñas, los bolígrafos, los labios y sin fin de cosas más. De hecho, el significado de este gesto tan habitual depende de la intensidad con que se realiza.
Si la persona simplemente se acerca el bolígrafo a la boca y lo roza con los labios puede significar que está afirmando una idea o un argumento. Se podría decir que es un modo de reafirmar la confianza en uno mismo. En cambio, si se muerde el bolígrafo hasta incluso llegarlo a deformar y destrozar denota un importante estado nervioso que es importante tener en cuenta.
Cómo podemos gestionar los nervios y dejar de morder el bolígrafo
Morder el bolígrafo es la punta del iceberg de un estado de nerviosismo y estrés que conviene que tengamos controlado. Aquí van algunos trucos para que nuestros bolis sigan intactos:
Respira correctamente
Cuando estamos nerviosos tendemos a respirar más rápido y ello dificulta la inhalación. Ante esta situación nuestro cerebro detecta que nuestra respiración está agitada y aumenta los niveles de alerta. Para evitar llegar a esta situación una buena solución es aprender a controlar la respiración enseguida que notemos que nos estamos poniendo nerviosos. Hay técnicas muy fáciles y útiles: inhalar muy lentamente contando hasta 5 y luego exhalar el aire también de manera lenta y pausada, si puede ser por la nariz, contando de nuevo hasta 5.
Practica deporte
No sirve con practicar deporte esporádicamente. Debemos tener una rutina, algo muy importante, en situaciones de estrés y nerviosismo. Da igual que nos sintamos más tranquilos; no debemos cesar nuestra actividad porque cuando practicamos deporte, nuestro cuerpo produce endorfinas que son unos neurotransmisores que facilitan que disminuya la tensión de nuestro interior y nos provocan sensaciones de satisfacción y felicidad.
Relativiza tus pensamientos
Cuando estamos nerviosos nuestra mente funciona mucho más rápida. Esto no significa que sea mucho más productiva o eficiente; todo lo contrario, ante un estado de nervios nuestra mente tiende a desbocarse. El estado de nervios hace que nuestra mente se vaya a escenarios y situaciones improbables y, generalmente, de carácter negativo.
La mejor manera de calmar la mente es cuestionar la veracidad de los pensamientos que nos pasan por la cabeza. Preguntarnos la posibilidad de que se den en la vida “real” es una buena manera de frenarlos. Pero podemos ir más allá y llegar a preguntarnos qué pasaría si de diera esa situación. La gran mayoría de las veces concluiremos que no es tan grave como inicialmente hemos percibido. Por ejemplo, si nuestro miedo es a suspender un examen podemos valorar cuántas veces hemos tenido este pensamiento y no ha pasado y, en caso de que pasase, cómo lo podríamos resolver.
Meditación
La práctica diaria de meditación de los mejores antídotos existentes para controlar las situaciones de nerviosismo. Tal como hemos indicado con el deporte, con la meditación debemos ser constantes y practicarla cada día. Hay muchos tipos de meditación; debes buscar la que mejor se adapta a tus gustos, forma de ser y rutinas.