En el mes de julio más de 10 millones de estudiantes chinos se enfrentan a la Gaokao, considerada la «selectividad más difícil del mundo». La presión a la cual se somete a los jóvenes chinos y la competitividad entre ellos convierten estos exámenes en una especie de «guerra», según asegura el educador Xueqin Jiang a la BBC. Te explicamos algunas características sobre estas duras pruebas.
Los alumnos chinos estudian unas de 12 horas en el día para prepararse la Gaokao.
Para la mayoría de los jóvenes, esta es la única manera que tienen de ascender en la escala social y mejorar su nivel de vida. Es por este motivo que hay tanta competitividad y presión. De hecho, solo un 10% de los estudiantes de una clase consigue entrar en lo que se considera una buena universidad.
La Gaokao es vista como una batalla. Los profesores dicen a sus alumnos que es «cuestión de vida o muerte» y los preparan desde que muy pequeños para estas pruebas.
Las autoridades hacen lo posible para evitar que los estudiantes cometan fraude. Las medidas de seguridad incluyen cámaras de vigilancia, drones y sistemas de posicionamiento global.
El 2016 las autoridades chinas anunciaron que aquellas personas que intentaran copiar en el examen o hacer algún tipo de trampa podrían enfrentarse a penas de prisión.
Para que los estudiantes puedan hacer el examen en silencio, se suspenden las obras y otras actividades que se hagan cerca de las escuelas y centros donde se hace la Gaokao y puedan molestar a los examinados.
Cada región del país tiene su propia versión del examen, pero en general la prueba incluye preguntas de lengua china, matemáticas y un idioma extranjero. Además, los estudiantes pueden escoger entre otros temas como historia, política, geografía, biología, física o química. «No es necesariamente difícil, pero sí muy competitivo», asegura el profesor Yong Zhao a la BBC.
La Gaokao ha sido, y es, muy criticada porque se considera que fomenta una competitividad agresiva entre los estudiantes y no los enseña a pensar de manera crítica o creativa.