Los niños, a través del dibujo, e incluso de los garabatos, expresan muchos rasgos que forman parte de su personalidad como sus miedos y emociones. En este artículo vamos a dar algunas claves para interpretar los dibujos de los niños.

No obstante, queremos dejar claro que son claves meramente orientativas surgidas del consenso de los especialistas en la materia pero en ningún caso pretenden ni pueden sustituir a un especialista, que es a quien se debe consultar en caso de tener alguna duda sobre el comportamiento de los más pequeños.

Claves para interpretar los dibujos de los niños

El trazo

Como hemos visto en otros artículos, la presión que ejercemos cuando dibujamos y escribimos puede decir mucho sobre nosotros.

Un trazo continúo y firme puede indicar que nos encontramos ante un niño seguro que sí mismo. Un trazo excesivamente fuerte puede denotar agresividad. Un trazo tembloroso e incierto nos puede estar indicando que estamos ante un niño inseguro que necesita la aprobación de los demás, muy especialmente de los adultos.

La ubicación del dibujo

La ubicación del dibujo también es significativa a la hora de interpretar los dibujos de los niños. Hay diversas teorías, pero, en general, se conviene que lo que se dibuja en la parte inferior del papel está relacionado con las necesidades materiales y físicas. En la parte superior, todo lo relacionado con la mente, la creatividad y la curiosidad.

En la parte izquierda, pensamientos del pasado y en la derecha, del futuro. Si el dibujo está en el centro de la superficie se considera que representa el momento actual.

Los colores utilizados

Los colores tienen un significado:

  • Azul: se asocia a la tranquilidad y la paz.
  • Negro: es la representación del inconsciente.
  • Rojo: es un color que tiene implícita la actividad.
  • Verde: va ligado a la sensibilidad, la intuición y la madurez.
  • Amarillo: a este color van ligados la felicidad y la alegría de vivir.
  • Naranja: suele representar a la impaciencia y la necesidad de contacto social.

Los especialistas también indican que, en general, los niños y niñas que usan muchos colores están trasmitiendo sus ganas de vivir y también motivación y curiosidad. Mientras que, por el contrario, un dibujo con pocos colores puede indicar falta de éstas y pereza.

El bolígrafo, en sus múltiples presentaciones, forma parte de nuestra vida cotidiana. Pero, ¿te has preguntado alguna vez en qué año se inventó? ¿Quién fue su inventor? ¿Qué le llevó a sentir la necesidad de inventarlo? En este artículo, en el que esperamos descubrirte muchas cosas, vamos a explicar las curiosidades de la historia del bolígrafo.

Curiosidades de la historia del bolígrafo

El inventor del bolígrafo

El inventor del bolígrafo se llama Ladislao Biro y el próximo mes de setiembre hará 118 años de su nacimiento. Este periodista de origen húngaro no sólo inventó el bolígrafo, tiene en su haber 32 inventos más entre los que podemos destacar: una máquina para lavar ropa, un sistema de cambios de marchas para automóviles, un vehículo electromagnético, un termógrafo clínico, etc.

Pero fue el bolígrafo el más popular de todos sus inventos.

Cómo se inventó el bolígrafo

Biro estaba harto de que la pluma, en demasiadas ocasiones, se le atascara a mitad de un reportaje y de los borrones de tinta y pensaba sin parar en inventar un utensilio de escritura que no tuviese estos inconvenientes y se puso a trabajar en ello junto con su hermano.

Pero no fue hasta que no vio unos niños jugando en el parque cuando tuvo la idea que dio pie al bolígrafo tal como lo conocemos hoy en día. Había un charco y observo el trazo que dejaba la pelota cuando salía de éste. Fue a partir de esta idea que empezó a trabajar en la bola como eje conductor de la tinta en el bolígrafo.

Otras curiosidades de la historia del bolígrafo

  • Fue el ex presidente de Argentina Agustín Pedro el que vio a Biro tomar notas con su prototipo de bolígrafo y se interesó en éste. Años después nuestro querido inventor se instaló en Buenos Aires y creó la compañía que se encargó de lanzar su invento al mercado bajo el nombre de Birome.
  • Biro presentó también el prototipo en Hungría y Francia pero no lo llegó a comercializar porque pensaba que no iba a tener éxito.
  • Cuando se empezó a comercializar, su precio rondaba los 100 dólares y se vendía como un juguete. En la actualidad existen infinidad de tipos y modelos y la gran mayoría están al alcance de todos los bolsillos.

¿Cuánto hace que no envías una carta a mano y la envías por correo postal? Cada vez escribimos menos a mano porque lo hacemos en otros dispositivos como ordenadores, tabletas o teléfonos móviles. Pero los beneficios de escribir a mano, como veremos a continuación, son muchos.

Seguro que muchos de nosotros nos hemos preguntados si existen diferencias entre escribir a mano y escribir tecleando –también conocido como escribir a máquina-. Y sí, la respuesta, según los expertos es sí, existen diferencias significativas.

Beneficios de escribir a mano

Evita las distracciones

A menudo, cuando escribimos en el teclado lo hacemos desde un dispositivo conectado a internet que nos ofrece multitud de distracciones: páginas web, redes sociales, juegos, etc.

Contrariamente, la escritura a mano nos demanda toda nuestra atención. Es así porque cuando escribimos a mano tenemos que estar pendientes de pensar en lo que vamos escribir, manejar el utensilio de escritura con el que lo vamos a hacer, visualizar y escribir.

Mejora el aprendizaje

Escribir a mano es muy bueno para retener información o estudiar. Es así porque, tal como hemos apuntado en el apartado anterior, cuando escribimos a mano centramos todos nuestros sentidos en esta actividad debido a su complejidad.

De hecho en nuestro cerebro hay un área conocida como Sistema de Activación Reticular que se encarga de ordenar aquellas actividades que realizamos por orden de importancia. Y el acto de escribir, según los expertos, está siempre en primer plano.

Además nos permite hacer esquemas. Algo que es muy importante a la hora de organizar nuestras ideas y pensamientos.

Mantiene el cerebro activo

El hecho de escribir a mano nos ayuda a envejecer mejor porque, en tanto que es una actividad que involucra diferentes actividades motoras, la memoria, etc., es un muy buen ejercicio mental.

Escribir a mano, en definitiva, es una excelente gimnasio para nuestra mente y nuestra creatividad.

Para nosotros escribir es coger un bolígrafo y deslizarlo por un papel uniendo trazos que tiene un significado para nosotros y para el que los lee. Pero para los niños es un proceso que conlleva una serie de fases que debemos tener en cuenta para saber cómo ayudar a los niños a aprender a escribir.

Los niños, normalmente, empiezan a escribir en la última fase de la educación infantil. Es decir, aproximadamente sobre los 5 años de edad. Previo a la primera fase de la escritura, que a continuación abordaremos, es importante que los niños dispongan ya de ciertas habilidades psicomotrices para que no tengan problemas. El simple hecho de haber jugado a moldear plastilina, pasado por aros o túneles, jugado con puzles, etc. ya dota a los más pequeños de una base esencial.

Cómo ayudar a los niños a aprender a escribir

Como ya hemos apuntado con anterioridad, el aprendizaje de la escritura se lleva a cabo, según los expertos, en tres fases distintas.

Fase de copia

En esta primera fase, que como hemos indicado, se inicia sobre los 5 años, los niños y niñas deben adquirir capacidades motrices manuales a través de la copia.

En esta copia se empieza por trazos sencillos y, poco a poco, se van introduciendo trazos más complejos hasta llegar a las letras, números, sílabas y palabras.

Fase de dictado

A partir de, aproximadamente, los 6 años, el niño se introduce en esta nueva fase. Aquí es importante destacar que entra en juego la audición. En esta etapa el niño tiene que ser capaz de discriminar lo que oye y traducirlo en letras sobre el papel.

En esta etapa, es imprescindible, además de tener buena audición, que el niño cuente con memoria auditiva para recordar lo que le han dicho y plasmarlo en el papel y memoria visual para poner en conexión lo que se ha oído con la letra que se tiene que escribir. La psicomotricidad fina también cobra fuerza.

Los expertos recomiendan que esta etapa vaya acompañada de la lectura comprensiva porque, sin duda, ésta les ayudará a mejorar aspectos como la memoria visual.

Fase libre

Esta última fase, conocida como libre o espontánea, se caracteriza porque no hay soporte visual ni auditivo. El niño o niña escribe lo que imagina.

Esta fase se inicia a principio de la educación primaria y se va desarrollando cada vez más hasta llegar a hacer trabajos, redacciones y escritos elaborados.

Como ya hemos visto en artículos anteriores, nuestra manera de escribir dice mucho sobre nosotros mismos. El tamaño y la forma de las letras, el espacio entre las palabras y la presión que ejercemos sobre el papel cuando escribimos son datos que los expertos en grafología tienen en cuenta a la hora de determinar perfiles de persona. En este artículo vamos a ver qué significa apretar mucho cuando escribes.

Qué significa apretar mucho cuando escribes

De la misma manera que apretar mucho cuando escribes tiene un significado también lo tiene hacerlo con muy poca presión. Aquí vamos a distinguir entre escritura fuerte, escritura de presión normal y escritura de trazado débil.

Antes de empezar la clasificación es muy importante tener en cuenta que la presión viene determinada por el utensilio de escritura que usamos. No es lo mismo escribir con rotulador que con lápiz que con boli.

Es por ello que para determinar el tipo de presión de escritura se acostumbra a usar un bolígrafo de punta normal y se pone una hoja de papel blanco debajo para poder determinar si éste se marca.

Escritura fuerte

La escritura de presión fuerte se caracteriza porque el apoyo del bolígrafo sobre el papel es fuerte y su marca se puede apreciar en el papel de abajo.

Se considera que las personas que aprietan mucho cuando escriben suelen ser personas con gran vigor, energía, fuerza, vitalidad y resistencia. Además, se considera que son sociables y extrovertidas.

En el sentido negativo, también puede tratarse de personas muy materialistas y apasionadas en exceso.

Escritura de presión normal

En este caso, la persona que escribe realiza una presión firme y un trazo continuo y homogéneo.

Se considera que las personas que tienen este tipo de escritura gozan, por lo general, de buena salud y tienen capacidad de organización y mando, decisión y voluntad. Son, también, personas extrovertidas e ideas propias.

En lo negativo, se considera que pueden ser personas testarudas, intransigentes y excesivamente exigentes.

Escritura de trazado débil o ligero

El trazo débil o ligero es aquel realizado con poco fuerza. Puede haber continuidad o discontinuidad en el trazo.

Normalmente detrás de este tipo de escritura se encuentran personas sensibles, delicadas e incluso débiles. Normalmente se trata, también, de personas introvertidas.