Acaba de arrancar el curso escolar y, como el tiempo pasa volando, pronto vendrán, también, los exámenes. En este artículo vamos a ver a cómo usar los colores para estudiar, ya que un buen uso nos puede llevar a tener unos mejores resultados.
A la hora de estudiar, no obstante, no sólo son importantes los colores que usamos para realizar esquemas, tomar apuntes o subrayar, también tiene incidencia, según los expertos, los colores de la habitación o estancia en la que estudiamos.
Cómo usar los colores para estudiar
Colores de la habitación
Se recomienda que el entorno del estudiante sea un color suave, preferiblemente verde o azul, porque éstos nos brindan tranquilidad y, obviamente, ésta tiene repercusión positiva en la concentración.
Otro truco que acostumbran a dar los expertos en la materia es, siempre y cuando la mesa de estudio no esté en la pared opuesta a la ventana, pintar dicha pared del mismo color que la habitación pero de un tono más subido o vivo. Esta medida nos permite un contraste mayor con los tonos claros y, sobre todo, con los blancos, que es el color del que son la gran mayoría de libros y materiales de estudio.
Colores para estudiar en papel
A la hora de estudiar, sobre todo cuando tenemos que trabajar con textos muy largos, es recomendable subrayar y tomar notas para memorizar con mayor facilidad. Y los colores con los que lo hacemos no son gratuitos porque nos pueden ayudar a conseguir mejores resultados.
Qué colores usar para subrayar
Si subrayamos en lápiz o bolígrafo, el color más adecuado es el rojo porque es el que mejor memoriza nuestro cerebro. Pero no es un color del que se deba abusar; es aconsejable usarlo únicamente en palabras muy concretas que den sentido al texto. También se recomienda para marcar aquellas palabras que, por el motivo que sea, nos cueste memorizar.
Otro color que el cerebro generalmente también recuerda muy bien es el azul. Es aconsejable usar un bolígrafo de color azul siempre que la tinta del material o libro que vamos a subrayar sea negra. El azul también nos puede servir para añadir notas que nos ayuden a dar un significado contextual o explicativo que nos sirva a aquello que estamos estudiando.
Los subrayadores o marcadores de colores flúor también son de gran utilidad para indicarle a nuestro cerebro dónde se encuentra lo más importante de un texto y, por ende, donde debemos fijar nuestra atención. Podemos usar, en función de nuestras preferencias, cualquier color, pero es importante que no lo subrayemos todo porque entonces habremos perdido la esencia.
También se aconseja usar el mismo color para el mismo elemento o tema porque, de esta manera, hacemos una asociación que nos hace más fácil la asociación y, por tanto, el recordatorio.