Seguro que últimamente has oído mucho de la copa menstrual, pero su patente se remonta al 1.932 y su uso se conoce desde 1.867. Pero este auge tiene más sentido que nunca en un contexto en el que el cuidado del medio ambiente se impone como necesidad. Es por ello que en los últimos cinco años, las ventas han aumentado un 98%.
¿Qué es y cómo funciona la copa menstrual?
Es un producto que tiene forma de cono o embudo y que, generalmente, está fabricado con silicona. Se puede lavar y, por tanto, reutilizar. Es decir, es un producto ecológico que nos permite poder mantener una buena higiene durante la menstruación sin necesidad de desechar compresas y tampones cada 4 o 6 horas.
La copa menstrual se coloca en la vagina, como si de un aro anticonceptivo se tratara, y se retira al cabo de las horas. Se puede llevar hasta 12 horas seguidas. Al ser un producto flexible, se adapta perfectamente a la cavidad vaginal, por lo que la mayoría de las mujeres no sienten molestias.
Ventajas de la copa menstrual
Ecología
Una sola copa menstrual sustituye a todos los tampones y compresas que usamos a lo largo de, aproximadamente, 10 años, que es el que se calcula que es el tiempo de vida medio de una copa menstrual. Con lo que, sin tener privarnos de ninguna comodidad, podemos usar un producto que se calcula que ahorrará aproximadamente 170 kilos de residuos por mujer.
En este punto es necesario tener en cuenta que según la organización ecofeminista Women’s Environmental Network, hasta el 90% de una compresa y el 6% de un tampón es plástico. El resto es pulpa de madera, rayón o algodón. A esto hay que sumarle el plástico de aplicadores y envoltorios. Los aplicadores están hechos a base de polietileno y polipropileno, materiales que también se añaden a la cuerda del tampón para que sea más resistente, los dos principales plásticos hallados en los océanos. Y aunque la mayoría de estos artículos menstruales de un solo uso acaban en vertederos, no pocos se desechan erróneamente en el váter y terminan abriéndose camino al mar.
Económica
El precio de una copa menstrual oscila entre 15 y 30 euros. Aunque hay supermercados de masas como Mercadona que la llegan a vender incluso más barata, a 9 euros. Calcula, teniendo en cuenta que la vida media de una copa menstrual bien cuidada es de 10 años, cuanto dinero te estás ahorrando. Da igual que seas de letras, los números salen rápido… ¡sale a cuenta!
No tóxica
También es importante señalar que las marcas más conocidas de compresas y tampones suelen ser una mezcla de pulpa de celulosa, plásticos y fibras sintéticas, como el rayón y la viscosa. Contienen, por tanto, sustancias químicas que, evidentemente, pueden causar reacción en contacto con el cuerpo. La copa menstrual no contiene ninguno de estos elementos.