Las ratios escolares: El aula ideal
El número de alumnos por profesor define la ratio escolar para un aula en concreto, y en España esta cifra se dispara, sobre todo en los cursos de bachillerato de las grandes ciudades, donde se llega a alcanzar la media de los 40 alumnos por clase. Según los datos de la OCDE, nuestro país supera la media europea de 22 alumnos en primaria y 25 en secundaria. Una media que ya estaría por encima de lo que recomiendan los expertos. Analizamos cuáles son las características para que un aula sea considerada “ideal”.
La situación actual de las ratios en la educación pública
En España las ratios en primaria son de 22 alumnos de media y en secundaria la cifra alcanza los 25. Con estos datos, nuestro país se sitúa en la posición 12 de los 33 países analizados por la OCDE.
Este organismo ya ha puesto de manifiesto en varias ocasiones que, en los países con ratios escolares más bajas, los profesores pueden dedicar el 85% de sus clases exclusivamente al aprendizaje. En el lado contrario, en los estados con ratios altas de alumnado, los profesores no pueden dedicar ni el 75% de su tiempo a la enseñanza. Gran parte de las clases se esfuman en mantener el orden entre tantos alumnos.
Además, cuantos más alumnos haya en una clase, más tiempo necesita invertir el maestro en corregir exámenes y en la relación con las familias de sus alumnos. Así que desde la OCDE afirman que las ratios condicionan la atención que recibe cada alumno.
Las características del aula ideal
Antes de la crisis y de los recortes presupuestarios, España trabajaba para reducir estas ratios y mejorar la calidad de la educación que se ofrece en los colegios e institutos públicos. Pero la falta de recursos provocó que las ratios crecieran de nuevo. Parece que ahora hay voluntad de volver a trabajar para reducir esta cifra. ¿Qué debe hacerse?
- Aulas con 15 alumnos por profesor.
- Aprendizaje activo. Se consigue haciendo partícipes a los alumnos de aquello que se está enseñando, pidiendo que reflexionen y aporten su opinión.
- Entorno acogedor. No nos referimos a la decoración de la sala (que puede importar en el caso del color de las paredes, que se recomienda que no sean estridentes para no afectar a la capacidad de concentración). Hablamos de salas en las que el material sea suficiente y no sea necesario que los alumnos lo compartan (dispositivos electrónicos, mesas, etc).
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