¿Existe alguna diferencia entre graffiti y street art?
Hay un gran debate sobre la diferencia entre graffiti y street art. Nos encontramos corrientes que defienden que uno es la evolución de otro y, en el otro extremo, algunas que consideran que es una ofensa comparar estas dos formas de expresión que tiene en común que utilizan las paredes de la ciudad u otras superficies urbanas.
En este artículo vamos a ver si las diferencias entre graffiti y street art, disciplina a la que ya le dedicamos un post, existen realmente.
Qué es el graffiti
Los expertos sitúan las diferencias básicas entre el graffiti y el street art en las técnicas utilizadas y en la finalidad.
El graffiti viene de muy atrás. Hay quien afirma que es el plural de la palabra italiana “graficar” cuyo significado es dibujos, patrones, marcas, garabatos o mensajes pintados, tallados o escritos en la pared o en cualquier superficie, preferiblemente que forme parte del escenario urbano. Otra acepción de esta palabra es arañar. En este sentido, hay quien argumenta que las pinturas rupestres podrían ser consideradas graffitis.
No sabemos si es así, pero sí que podemos afirmar que el graffiti es mucho más antiguo que el street art y que, muy seguramente, lo que lo ha hecho perdurar hasta la actualidad es su componente cultural. Y es que este aspecto cultural del graffiti tiene que ver muchos desde el mensaje con carga política en sus orígenes así como los procesos sociales que llevan a la formación de pandillas. Palabras como vandalismo, ilegalidad y protesta acostumbran a aparecer siempre que hacemos referencia al graffiti.
En lo referente a la técnica, usa, como veremos en el siguiente apartado, muchas menos que el street art.
Qué es el street art
Como ya vimos en un post anterior, el street art tiene una finalidad más artística que el graffiti, cuyo objetivo tiene más que ver con la política y la protesta social -a pesar de que también existe sreet art que tiene como finalidad la crítica social-.
Además, como ya hemos apuntado, el street art usa más técnicas que el graffiti. Entre las técnicas más utilizadas por esta práctica o disciplina se encuentra el mural, el esténcil, el sticker y el cartel.
A pesar de que se caracteriza, de la misma manera que el graffiti, por su ilegalidad, hay ocasiones en las que los murales son comisionados. Es decir, se hacen encargos a los artistas y se les paga por ello. Un ejemplo muy de moda son las obras de street art que se pueden encontrar en las persianas de los comercios de algunas ciudades.
Conclusión
Como hemos podido ver, es muy difícil establecer una diferencia entre estos dos tipos de disciplina o práctica porque las diferencias que existen entre ambas son de matiz mientras que las similitudes son más remarcables.
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